Los vegetales aportan una serie de beneficios para el organismo y es por eso que debemos incorporarlos diariamente a nuestra alimentación. Existen variadas formas de consumirlos, pero una de las más comunes es como acompañamiento del plato principal, o sea, la típica ensalada. Pero cuando la dejamos en el refrigerador su textura, color y sabor cambian, volviéndose imposibles de consumir. Sin embargo, si sigues algunos consejos presentados a continuación podrás preservar tus ensaladas por más tiempo:
1. No aliñes toda la ensalada
La sal, el limón, el vinagre o cualquier tipo de salsa para saborizar, alteran las condiciones naturales de los vegetales. Es por eso que a la hora de guardar una ensalada aliñada, ésta pierde automáticamente su consistencia. Para evitar lo anterior, se recomienda incorporar los distintos condimentos en cada porción de verduras servida al plato, para que el excedente pueda ser almacenado sin estos componentes que alteran su sabor y vida útil.
2. No mezclar tomate con otras verduras
El tomate tiene una duración más corta en comparación a otros vegetales y además, escurre demasiado líquido. Su jugo puede llegar a deteriorar y dar un mal sabor al mezclarse con otras verduras. Por este motivo, lo mejor es utilizar su variedad cherry, picarlo en trozos grandes y lo más importante: prepararlo por separado.
3. Preparar distintas ensaladas por separado
Al igual que en el caso del tomate, todos los vegetales tienen diversos tiempos de duración y características propias, las que pueden influir en la preservación de cada uno. Por lo anterior, es preferible preparar los distintos tipos de ensalada por separado y también almacenarlas en bolsas o plásticos según su tipo.
4. Antes de almacenar tu ensalada, elimina todo el exceso de agua
Asegúrate de escurrir muy bien todo el líquido de tu ensalada, antes de comenzar el proceso de almacenaje. De este modo evitarás que los residuos de agua y jugo provenientes de distintas verduras, se mezclen entre sí y aceleren el proceso de descomposición.
5. Guarda los restos de tu ensalada lo antes posible
Para evitar cualquier cambio de temperatura, deterioro por las condiciones ambientales o contaminación a causa de bacterias, moscas o insectos, es necesario que apenas tengas la oportunidad guardes los restos de tu ensalada. Esta práctica no sólo permitirá conservar tus vegetales preparados por más tiempo, sino que también te ayudará a cuidar tu salud.
6. Secar las hojas de las verduras verdes antes de almacenarlas
Sobre todo en el caso de las verduras de color verde, una práctica que ayudará a conservar su sabor antes y después de la preparación, es secar las hojas previamente a su incorporación a la ensalada y después, cuando la verdura sobrante ses guardada para su reutilización.
7. Si se utilizarán bolsas o plásticos de cierre hermético para guardar la ensalada, se debe extraer todo el aire
Utilizar papel film, bolsas con cierres herméticos y recipientes idealmente de vidrio o cerámica con tapa (debido a que el plástico produce mal olor en los alimentos). Estos elementos son excelentes para almacenar los restos de ensalada. Sin embargo, antes de sellar el contenido, debemos asegurarnos de eliminar el exceso de aire acumulado. De ese modo, evitaremos o minimizaremos la formación de humedad.
Aunque los tips mencionados anteriormente te ayudarán a extender la duración de tu ensalada, ten en cuenta que por temas de salud no se recomienda consumirla después de 24 horas de haber sido guardada.