Las Wiener Schnitzel o escalopas estilo Vienés son una de las preparaciones más famosas de Austria, tanto así que son consideradas como el plato nacional Austriaco. Esta preparación es sabrosa, delicada y contundente al mismo tiempo. Tradicionalmente se cocinaba con carne de venado, pero es posible hacerlas con diferentes tipos de carne, lo importante es que estén finamente cortadas.
Ingredientes 6 porciones de lomo de cerdo de un grosor de 5 mm aproximadamente
6 galletas de salvado
1 huevo
90 gramos de manteca o mantequilla
1/3 taza de harina blanca
Romero y sal a gusto
Porciones 3 porciones
Preparación Separa los trozos de cerdo y ponlos sobre papel film y por encima pon otra capa de film. La idea es que queden cubiertos para poder golpearlos bien. Usando un mazo de carne u otro elemento, golpea el cerdo hasta que quede de unos 4 mm de espesor. Si deseas usar romero y sal, este es el momento de aplicarlos, para que el sabor se impregne en la carne.
Muele las galletas de salvado en un procesador de alimentos. Prepara tres platos: el primero con harina, el segundo con el huevo ligeramente batido y el tercero con las galletas de salvado molidas.
Pon a calentar la mantequilla en un sartén. Pasa de a uno los trozos de cerdo por los platos: primero harina, luego huevo y finalmente salvado. Pon las escalopas en el sartén, tantas como quepan. Fríe las schnitzel hasta que estén doradas, por alrededor de 4 minutos. Dalas vuelta y déjalas freír por 3 minutos más. Es importante que las escalopas floten en la mantequilla, para lograr la cocción ideal.
Si estás preparando Wiener Schnitzel para varias personas, una buena idea es encender el horno a temperatura media y poner una bandeja con papel mantequilla en ella. A medida que vayas preparando las schnitzel pásalas al horno, de esta forma conservaran el calor.
Esta es una preparación ideal para servir con ensalada de hojas verdes. Con esto lograras un buen equilibrio entre la grasita de las schnitzel con lo liviano y fresco de unas hojas frescas. Otro buen complemento es el limón. En mi caso, el plato fue servido con una mezcla de lechuga, achicoria y limón fresco, además de una copa de vino tinto.