Puedo decir, y sin vergüenza alguna, que soy un ignorante en cuanto a quesos –y sobre muchas otras cosas también-. Por ejemplo, no soy de los que compra una botella de vino pensando en el queso que la acompañará. Creo que sólo una vez hice esa mezcla y la odié. El vino me lo tomo de la botella y el queso me lo como con la mano. No tanto así en realidad, pero apuntando a lo práctico.
No sé en qué momento habré comido por primera vez queso de cabra, pero estoy agradecido que aquel invento humano haya llegado a mi estómago. Quizá fue en una ayuya, o tal vez me dieron a probar en un supermercado. Da lo mismo, en todo caso, porque el sabor cremoso me pena hasta hoy y no se necesita ser un experto para disfrutarlo, sólo basta un poco de buen gusto… y cuidado personal. Sí, porque a diferencia del queso de vaca, el de cabra tiene una serie de propiedades que beneficias a nuestro organismo.
En la página del programa Elige Vivir Sano del antiguo gobierno (que obviamente ahora está desactualizada porque en Chile no existen políticas de estado, sino de gobierno, o sea la preocupación por el ciudadano dura 4 años) podemos encontrar una serie de “beneficios y características del queso de cabra”. Por ejemplo, “puede ser consumido por intolerantes a la lactosa, tiene menos grasa, controla y disminuye el colesterol y tiene un alto contenido nutricional”. Esto último es importante destacar porque “tiene un 13% más de Calcio, 134% más Potasio, 27% más Selenio (muy importantes para embarazadas)”.
En el mercado la variedad es bastante amplia, por lo mismo los precios van desde lo exagerado hasta lo pagable. En Chillán, por ejemplo, es fácil conseguir en la vega una variedad de quesos que tiende al infinito. A los capitalinos les aconsejo ir al supermercado para que no se estresen. Eso sí, los precios no son muy accesibles. En Jumbo los precios van desde $5573 los 250 grs., hasta $1799 los 100 grs.
Mis preparaciones favoritas con queso de cabra da la coincidencia que han sido todas publicadas en Cookcina. Así que aquí les dejo 3 para que disfruten:
- Ensalada de queso cabra, palta y nueces
- Ensalada de palta, pollo y queso
- Empanadas fritas de verduras y queso aceituna: cambien el queso gauda por queso de cabra. No se arrepentirán.
Ya informados ahora junten platita para comer sano y cuidar sus cuerpos y paladares.
Foto cc vía Javier Lastras