Para nadie es un secreto que la carne forma parte fundamental de nuestra dieta. En días donde la fiebre mundialera se apodera de nuestras rutinas, el asado a la parrilla abunda en nuestras casas. Ante ello, hace bien pensar en alternativas.
Y qué mejor que una carne a la cacerola para combatir estas heladas tardes. Opciones hay muchas, desde una rica cazuela de huachalomo o palanca, hasta una exquisita plateada al jugo.
Prepararla es sencillo, siempre considerando tu intuición y el cariño que le pongas a la preparación, además de las siguientes precauciones:
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Nunca ocupes carne a medio congelar, si bien en el calor del fuego se descongelará, quedará durísima. El microondas tampoco es una buena opción. Lo mejor es dejarla afuera del refrigerador la noche anterior.
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Antes de aliñar, sella la carne por ambos lados. Para eso, debes sofreirla siempre teniendo cuidado de que no se queme.
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Cocinar a fuego lento y con tostador. Si es una carne al jugo, por ejemplo, debes esperar no menos de 45 minutos. Dicen que la paciencia es la madre de todas las ciencias, si esperas pacientemente, tendrás como resultado una deliciosa carne que, incluso, podrás cortar con el tenedor.
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Seguir los consejos de la abuela. Las abuelitas siempre tienen secretos de cocina, si tienes la opción, averígualos y aplícalos.
Entre otros cortes, y además de los ya mencionados, las mejores alternativas para preparar carne en olla son la malaya, posta rosada, choclillo, tapapecho y lomo liso. Las encuentras envasadas en cualquier supermercado, aunque siempre un maestro carnicero podrá darte el mejor corte.