Últimamente no concibo una once sin un trozo, por muy pequeño que sea, de un suave y delicioso bizcocho. Creo que son realmente maravillosos, porque hay en millones de versiones y, ¡cuál de todos es más rico que el anterior! Mis favoritos son el queque mármol, el queque-kuchen de manzana y canela y el maravilloso queque de zanahoria pero, desde hace un par de semanas, me obsesioné con el bizcocho de limón, un aromático y dulce queque que es perfecto para compartir junto a una taza humeante de café. La receta de este bizcocho es muy sencilla, y se puede hacer con ingredientes que fácilmente puedes encontrar en tu cocina. Ahora, si te complica mucho el tema de las medidas al momento de preparar repostería y nunca te decides si ocupar tazas, gramos o medidores... ¡No te preocupes! Con esta receta sólo necesitarás un yogurt y su envase, ya que con él realizaremos todas las medidas del resto de los ingredientes. ¡Manos a la obra!
Ingredientes (para aproximadamente 15 porciones): - 3 huevos
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1 yogur natural
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1 medida de aceite
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3 medidas de azúcar
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3 medidas de harina
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2 limones medianos (la ralladura y el jugo)
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1 cucharada de esencia de vainilla
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1 cucharadita de polvos de hornear
Preparación: Parte precalentando tu horno a 180ºC.
En un bol, coloca los huevos y bátelos con unas varillas. Añade el aceite, la esencia de vainilla y el yogur (yo utilicé uno de vainilla, que creo que combina a la perfección con el limón) y continúa batiendo la mezcla. Recuerda no botar el pote de yogurt, ya que será nuestra medida para el resto de los ingredientes. Incorpora el jugo y la ralladura de limón junto con el azúcar rubia y batimos hasta que esté todo bien integrado. Si no tienes azúcar rubia, puedes utilizar azúcar normal. Yo prefiero la rubia porque le da un muy lindo color al bizcocho. Añade la harina y los polvos de hornear tamizados y bate hasta conseguir una mezcla homogénea.
Vierte la mezcla en un molde apto para horno previamente engrasado y hornea por aproximadamente 50 minutos. Recuerda que el tiempo de cocción dependerá de cada horno. Si luego de transcurrido el tiempo de horneado, insertas un palito o cuchillo en la masa y éste sale seco, ¡es porque está listo!
Acompaña esta delicia con un rico té o un vase de leche fría. Recuerda dejar que se enfríe antes de servir: ¡a temperatura ambiente este bizcocho es delicioso! ¡Que lo disfrutes!