Este postre es exquisito e increíblemente fácil de hacer. Su textura esponjosa y su refrescante sabor ácido, lo convierten en una receta perfecta para disfrutar cuando quieras, ya que los ingredientes son de esos que siempre tienes en casa. Ingredientes (8 personas) -1 tarro de leche condensada (refrigerada la noche anterior)
-1 tarro de leche evaporada (refrigerada la noche anterior)
-1 taza de jugo de limón
-1 sobre de gelatina en polvo sin sabor (7 gramos)
-agua hervida
Preparación En un bol ponemos la leche evaporada y la batimos hasta que doble su volumen. Es muy importante que adquiera una textura espumosa.
Agregamos la leche condensada y el jugo de limón y batimos a una velocidad baja. Guardamos ¼ de jugo de limón.
Esparcimos la gelatina en el vaso con el jugo de limón restante y revolvemos, luego agregamos media taza de agua recién hervida y revolvemos hasta que la gelatina se haya disuelto por completo. Agregamos a la mezcla y continuamos batiendo a una velocidad baja hasta que todo haya quedado mezclado.
Para finalizar vertemos el contenido en vasos o pocillos y los refrigeramos durante 2 horas antes de servir.
Para su completo deleite se recomienda servir este postre bien frío.