La palta es fantástica y eso es algo que podría ser cuestionado por un grupo reducido de personas. Y yo pertenecí a ese grupo. Me arrepiento porque viví muchos años en la oscuridad, cegado por mis caprichos, idiota por decisión. Cuando me ofrecían, yo, con una sonrisa en la cara, respondía: “No, gracias”, y al mismo tiempo me preguntaba: “¿Cómo pueden comer esa mugre?”. Tiempo después, me di cuenta que mis prejuicios alimenticios me llevaban por el sendero del hambre. Así fue como un día, 11 años de edad más o menos y después de una tarde de andar en bici, la mamá de un amigo me dio un vaso de bebida y un pan con palta. Me envalentoné, mastiqué, tragué y descubrí no sólo que era muy rica, sino que, además, no tenía pelos. Sí, esos pelos asquerosos, esas hilachas que tienen algunas variedades de palta y que me traumaron por tanto tiempo, que me privaron de comer todos los tipos de sándwiches italianos que hay. Desgraciadas hilachas. Y ahora es parte esencial de mi dieta. Imagino esa cremosidad verde en la boca y me siento como Homero pensando en cerveza.
Y si el sabor para algunos ya es suficiente, sus propiedades nutritivas no se quedan atrás. Por ejemplo, su alto aporte de vitamina E constituyen un excelente antioxidante que interviene en la estabilidad de las células sanguíneas y en la fertilidad. También es fuente de ácido fólico, vitamina muy necesaria en embarazadas para evitar malformaciones congénitas, y en anémicos porque cumple un rol importante en la producción de glóbulos rojos. Además, ayuda a la piel y es un muy buen afrodisíaco.
Obviamente no vengo a dármelas de doctor. Tampoco mi intención es simplemente contarles mi experiencia con la palta. Por eso les recordaré recetas que ya fueron publicadas en Cookcina y que son unas de mis favoritas de las muchas que tengo:
1) Palta reina: Para mí no es entrada porque me como tres o cuatro.
2) Ceviche de cochayuyo: El cochayuyo ya es rico, imagínalo con palta.
3) Ensalada de queso fresco: Soy fanático de las ensaladas verdes, pero un poco de queso fresco sin duda le da un toque muy rico.
4) Pasta con crema de palta y pistachos: En realidad no sólo soy fanático de las ensaladas verdes, aliento la comida verde en general y este es el caso ideal.
5) Guacamole: Lo como con lo que sea: con papas, con pan, con sopaipillas, en completos, en arroz. Es un invento genial.
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