Aunque todos sabemos lo beneficiosas que son las legumbres desde el punto de vista nutricional, cada vez se consumen menos. Estas aportan una gran cantidad de proteína, entregando casi todos los aminoácidos esenciales que necesita nuestro organismo. Sin embargo no entregan la cantidad suficiente de aminoácidos azufrados, problema que se soluciona al combinarlas con cereales como el arroz.
Las legumbres son también ricas en hidratos, un nutriente básico en la alimentación y es una de las principales fuentes de energía para nuestro organismo. Además, estas tienen un valor proteico mucho mayor que la carne de soja y similar a la carne. Su alto contenido de fibra resulta beneficioso para el tránsito intestinal, para reducir el colesterol en la sangre y para favorecer el control de la glucemia.
lentejas y los garbanzos son una gran fuente de hierro, un mineral esencial en nuestra dieta y sobre todo para los deportistas. Su bajo índice glucémico elevan lentamente la glucosa del organismo, por lo que se considera una buena alternativa ingerirlas antes del entrenamiento físico.
Las legumbres también aportan una mayor sensación de saciedad, por lo que ayudan a adelgazar sin necesidad de sufrir hambre, ya que la fibra que contienen exige masticar, retrasando la digestión.
Calcio, fósforo, magnesio, yodo y potasio son otros de los minerales que aportan, todos estos son fundamentales para el correcto funcionamiento del sistema neuromuscular.
Además, su versatilidad en la cocina nos permite combinarlas con verduras, carnes, cereales y lácteos. A todo esto se suma su bajo costo económico, lo que resulta ideal para una alimentación sana y adecuada al bolsillo del consumidor.
Expertos recomiendan consumir de dos a cuatro porciones por semana de legumbres. Sin embargo no es necesario cocinarlas en forma de guiso, estas también pueden ir preparadas como ensalada, acompañamiento en las comidas o simplemente cocidas.
Foto CC vía Minagri