Esta receta se la copié a una amiga que nos invitó a comer a su casa hace un par de semanas y causó furor. Lo sirvió como entrada y no hubo nadie que no alabara lo ricos y distintos que estaban los espárragos. Así que decidí seguir sus pasos y compartir esta exquisitez con ustedes.
Necesitan 1 paquete de espárragos frescos
1 o 2 paquetitos de jamón serrano
Queso rallado al gusto (opcional y ojalá natural)
Aceite de oliva
Sal y pimienta
Preparación Lo primero es echar a cocer los espárragos bien limpiecitos, cortar la parte dura (no exageren) y dejar que hierva. Cuando el agua esté a punto de ebullición, dejar los espárragos 5 minutos más. Una vez listo eso, escurrir el agua y reservar.
Luego, envuelve cada espárrago (o de a 2, como quieras, pero a mí me gustan individuales) con las laminitas de jamón serrano y anda poniéndolos en la bandeja del horno. Cuando los tengas todos acomodados y listo, rocíalos con abundante aceite de oliva, sal y pimienta.
Posteriormente, espolvorea el queso y deja que se gratine a fuego medio por unos 5 minutos. Si no quieres que queden tan pesados puedes sustituir el queso por semillas de sésamo.
¡Voilà! Tus espárragos estarán listos. También los puedes usar como apetizzer o bien transformarlo en un plato más contundente acompañado de proteínas.
¡Hagan la prueba!