El PB&J (peanut butter and jelly) es típico, pero típico de verdad, en desayunos, brunch, snacks e incluso a veces cenas, en los países de habla inglesa. La mantequilla de maní no es muy popular en los países hispanos (excepto quizás en los que están más cercanos e influenciados por la cultura norteamericana), ¡y la verdad es que no sabemos de lo que nos perdemos!
Este sándwich de mantequilla de maní y mermelada conquistó mi corazón al momento en que lo probé. Es un poco denso y pesado, sí, pero es delicioso. La mantequilla de maní tiene un gustito un poco salado, que se mezcla a la perfección con la dulzura de la mermelada. Además, se pega un poquito en el paladar, impregnando así aún más el sabor en nuestras papilas gustativas. Es el desayuno perfecto.
Hacer PB&J tiene una técnica milenaria, bueno quizás no milenaria, pero técnica al fin y al cabo. La técnica tiene variaciones, dependiendo del país y de la osadía de los comensales, pero hay algunas normas básicas:
• Usar pan de molde. El típico pan envasado, que viene en rebanadas.
• Es más rico si el pan está tostado.
• La mantequilla de maní "crunchy" siempre, siempre es mejor.
• Se unta primero la mantequilla de maní y luego la mermelada.
• El sabor de la mermelada es a gusto, pero la mezcla típica es con mermelada de frutilla o frambuesa.
• En los bordes del pan, forma una especie de baranda con la mantequilla de maní y luego pones la mermelada en el centro, para evitar desastres.
• Pon mantequilla de maní en ambas rebanadas de pan, para que tu sándwich quede bien compacto y no se te resbale ninguna de las capas.
¡Si aún no has probado esta maravilla, es hora de hacerlo!. Es llenador, rico y nutritivo. Quizás tiene más calorías de las que desearíamos, ¡pero para eso podemos hacer deporte! Un dato extra: puedes reemplazar la mantequilla de maní por mantequilla de almendras, que es aún más rica y nutritiva. ¡A comer!
Foto: Flickr Hiwarz