Hace un par de años viajé a España para mis vacaciones. Lo primero que hice al llegar fue comer una clásica tortilla de papas (que, aunque no lo crean, no lleva chorizo como acá, aunque existen versiones que sí lo incluyen). Esa rica tortilla la acompañé con una sangría, que nunca había probado y me cautivó al instante. Una amiga que vive allá hace años me comentó que, si bien la venden embotellada, es fácil hacerla en casa. Cuando llegué de vuelta, lo primero que hice fue prepararla siguiendo sus indicaciones, pero quise reemplazar un ingrediente por otro más "autóctono". Mis invitados de esa noche simplemente la amaron y no paraban de pedirme más y más. Desde entonces, la sangría es el trago obligado en mi casa, por lo que quiero compartir con ustedes mi propia versión, con un toque chileno.
Como dato les cuento que la sangría se prepara a gusto. Es decir, la cantidad de cada ingrediente dependerá del grado de dulzor o acidez con que la desees.
Ingredientes:
1 botella de vino tinto (puede ser en caja)
Jugo de naranja
Granadina Mitjans (solo necesitarás un poco, pero tendrás que comprar la botella completa, no te preocupes, no se echa a perder y podrás usarla en futuras sangrías)
1 botella de Sorbete Letelier (mi ingrediente secreto)
1 naranja de mesa y 1 manzana Fuji o roja
Hielo
Un jarro grande y un cucharón largo
Preparación
1. En el jarro, verter vino tinto (en este caso, usé la mitad de la botella). Agregar la granadina y el jugo de naranja a gusto.
2. Aquí es donde la receta cambia y le damos nuestro toque chileno: añadir Sorbete Letelier a gusto.
3. Lavar y cortar por la mitad la manzana y la naranja, y desde estas mitades cortar rodajas para que queden con forma de media luna.
4. Añadir los cubos de hielo, dejar reposar algunos minutos, y servir con una rodaja de naranja al borde de la copa o vaso.
Anímate a probar esta receta de sangría a la chilena, ¡verás que nadie podrá resistirse!.