Las semillas de calabaza son una especie de mini cápsula de la nutrición. En un envoltorio pequeño incluyen propiedades nutricionales excepcionales. Tienen un alto contenido de zinc, fósforo, cobre, potasio, hierro y magnesio, nutrientes esenciales para nuestro organismo y para conservar una buena salud.
Si bien puedes comprar estas semillas en varias tostadurías, también puedes prepararlas en casa, a continuación te cuento cómo.
Separa las semillas de la calabaza de la pulpa usando tus dedos. Quita el exceso de pulpa, para esto puedes ayudarte de agua.
Deja que las semillas se sequen al sol por un par de días, especialmente útil es una ventana soleada.
Pon las semillas en una bandeja para horno, separándolas bien unas de otras. Si lo deseas puedes agregar aceite, sal o merken.
Cocina las semillas a fuego alto por 10 minutos por lado, o hasta que las semillas alcancen un color dorado.
Puedes comer las semillas con o sin cáscara, según prefieras.