Hace algún tiempo me di cuenta de lo popular que se había vuelto en algunos restaurantes tener salsa de queso para acompañar algunas de sus porciones de agregados. No les voy a mentir, me enamoré de inmediato. Si ustedes no la han probado, les enseñaré en simples pasos cómo hacerla para dejar a sus invitados vueltos locos.
Ingredientes: -150 grs de queso cheddar
-1 cucharada de harina
-1 cucharada de mantequilla con sal
-1 taza de leche
-1 cucharadita de pimentón paprika
-Sal a gusto
Preparación: En una olla pequeña pondremos la cucharada de mantequilla y, a fuego lento, comenzará a derretirse. Antes de que lo haga pro completo añadimos la cucharada de harina y mezclamos. Hay que revolver en todo momento.
De a poco iremos añadiendo la leche y seguimos revolviendo. Es importante revolver constantemente, para así evitar que se formen grumos.
Luego iremos incorporando nuestro queso. Si es en trozo, debemos incorporarlo de manera rayada. Si es en lámina, debemos añadirlo en pequeños trocitos. Hay que añadir el queso de a poco, revolviendo hasta que esté integrado y volviendo a añadirlo hasta que lo hayamos incluido todo.
Veremos cómo nuestra salsa comienza a espesarse y a cambiar a un tono más anaranjado. Seguimos revolviendo en todo momento. Cuando ya veamos que nuestra salsa a espesado le agregamos sal a gusto (media cucharadita está bien para probar si es suficiente).
Finalmente, apagamos nuestro fuego y añadimos el pimentón en polvo. Volvemos a revolver y dejamos reposar. Luego, lo ponemos en el cuenco que más nos guste y estaremos listos para servir.
Esta salsa va ideal para acompañar nuggets, aros de cebolla, nachos, papas fritas de paquete o papas fritas naturales. Les aseguro que sea lo que sea que elijan esta salsa le dará ese sabor especial que te deja con ganas de seguir comiendo.