Amo el zapallo italiano en todas sus formas, aunque mi yo de 7 años me esté odiando en este momento por decirlo. Cuando era chica lo odiaba, porque en mi casa siempre preparaban budín de zapallitos y, para qué vamos a andar con cosas, visualmente no es muy atractivo. Finalmente luego descubrí que lo que no me gustaba era el olor a queso rallado que le echaban encima y no los zapallitos. En fin.
Hoy, siempre los preparo, salteados, con crema, rellenos e incluso en budín. Son un excelente y, sobre todo, versátil acompañamiento que puede servir casi para cualquier cosa. Por eso, cuando descubrí esta receta me obsesioné y quise compartirla con ustedes.
Ingredientes 4 zapallos italianos cortados en rodajas no muy delgadas.
1 taza de pan rallado
1 cucharadita de sal
½ cucharadita de pimienta negra
Merkén (solo si quieres agregar un toque picante)
1 cucharadita de orégano
½ cucharadita de hojitas de tomillo seco (opcional)
2 huevos ligeramente batidos
¼ de taza de leche
Aceite de oliva
Preparación Lo primero es cortar tus zapallitos en rodajas de unos 2 centímetros apróx.
Por otra parte, en una fuente mezcla el pan rallado, la sal, la pimienta y las hierbas que son absolutamente a gusto.
En otra fuente pone los huevos, la leche y mezcla con un tenedor, tratando de que los huevos queden ligeramente batidos.
Cuando tengas todo esto listo, pasa las rodajitas de zapallo italiano por el huevo con leche y empanízalos con el pan rallado, como si estuvieras haciendo escalopas.
Ponlos a freír en un sartén con aceite a fuego medio. Dalos vuelta, calculando unos 2 ó 3 minutos por cada lado, hasta que estén dorados.
Finalmente ponlos en papel absorbente y sírvelos como acompañamiento de lo que quieras.
Foto vía savoirfairelosplaceresdelpaladar