Debo reconocer que soy fanática de los aliños y que por esto mismo me cuesta encontrar recetas, donde un solo aliño haga temblar mi paladar. Esto se acabó cuando descubrí esta receta, donde sólo se ocupa curry y el pollo queda realmente delicioso.
Además, es una receta que ocupa muy pocos ingredientes y muy fácil de realizar, ideal para cocinarla cuando tienes a muchas personas en casa. Obviamente puedes agregar pimienta u otros aliños, pero el sabor del curry es tan particular que no notarás los demás sabores. Aquí les dejo la receta.
Ingredientes 2 pechugas de pollo
3 cucharadas de aceite vegetal
2 cucharadas de harina colmada
350 ml de leche
1 cebolla pequeña
1 cucharada de curry
Sal y pimienta
Preparación Lo primero que debes hacer es cortar los pollos en cubos grandes, idealmente de 2 cm por 2 cm, aunque no es tan terrible que no queden perfectos, los cortes irregulares le dan el toque casero.
Una vez que tengas listos los cubitos de pollo, colócales un toque de pimienta y de sal. Debe ser necesariamente una pizca, ya que el curry también le dará un toque de salinidad. Es mejor que al final de la receta, cada uno vea si necesita más sal o no.
Luego, saltea los pollos con aceite y una vez listos, déjalos a un costado. Pica la cebolla en cubitos muy finitos y saltéala en el mismo aceite donde salteaste el pollo, así además de ahorrar, se mezclará con el saborcito del pollo.
Cuando la cebolla esté transparente agrega las cucharadas de harina y revuelve bien. Inmediatamente, comienza a verter la leche de a poco y sigue revolviendo. Cada vez que se espese vierte nuevamente leche. Cuando termines con la leche, agrega el curry y mezcla durante unos minutos más.
Finalmente, vierte el pollo que tenías en un costado y revuelve hasta que espese nuevamente. Apaga el fuego y tendrás listo tu pollo al curry. Puedes acompañarlo con un arroz blanco, ya que el curry lo hará todo.